Cómo prevenir y tratar la leishmania

18.05.2021

La leishmaniosis en perros, conocida también por 'enfermedad del mosquito', es una de las enfermedades que más preocupan a los propietarios de perros y a los veterinarios.

La leishmaniosis en perros se transmite de un animal a otro a través de la picadura de un insecto llamado flebotomo. Detectar la enfermedad a tiempo es un factor clave para poder tratarla y que nuestro perro se recupere más rápidamente y con menos secuelas para su salud. La prevención de la leishmaniosis en perros es la mejor manera de evitarla, pero debemos ser constantes y no bajar la guardia.

Para ello, en Centre Veterinari Les Torres de Rubí os ayudamos a utilizar las medidas preventivas que se adapten mejor a vuestro perro en función de la raza, la edad y el estilo de vida.

Principales signos de leishmaniosis en perros

Tener en cuenta que algunos perros con leishmaniosis pueden quedar asintomáticos durante largos períodos de tiempo ya que puede variar según su sistema inmunitario.

Sin embargo, los signos clínicos más frecuentes son los cutáneos, que se presentan, aproximadamente en el 80% de los perros enfermos. Seguidos de los síntomas generales cómo fiebre, apatía, adelgazamiento y atrofia muscular.

Entre los signos clínicos de la leishmaniosis en perros encontramos:

  • Generales: Pérdida de peso comiendo lo mismo o con el apetito disminuido, apatía, vómitos, diarrea, fiebre. También se identifican: aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, aumento en el consumo de agua y en la cantidad de orina y palidez de mucosas.
  • Cutáneos o mucocutáneos: Respecto a las lesiones en la piel puede haber caída de pelo con aparición de alopecias. Así como presencia de masas cutáneas en la piel, mal estado del pelo y uñas, o excesiva descamación.
  • Oculares: En los ojos puede aparecer excesivo lagrimeo, pelados alrededor de los ojos, párpados inflamados o lesiones dentro del ojo. Estas lesiones que pueden conducir a un glaucoma o a la panoftalmia y por tanto incluso a la ceguera.

¿Cómo se hace el diagnóstico de Leishmaniosis en perros?

Debido a que los signos clínicos de la leishmaniosis en perros no son patognomónicos, se recomienda un examen físico completo y realizar analíticas de sangre y de orina. Pero el primer paso es el testaje mediante métodos estandarizados.

Un aspecto muy importante a destacar de la Leishmaniosis en perros

Hay un número de perros que pueden dar positivo en los test diagnósticos pero que no están enfermos y muchos de ellos nunca llegarán a estarlo. No es lo mismo positivo, que enfermo; si un paciente es positivo a Leishmaniosis canina, pero no tiene sintomatología clínica, se debe continuar monitorizando y ampliar las analíticas. Hemos de considerar que siempre podría iniciarse la fase clínica de la enfermedad y que por lo tanto siempre debe estar bajo control veterinario.

Cómo prevenir la leishmaniosis en perros

El riesgo de contagio de la leishmaniosis en perros puede existir todo el año. En especial entre los meses de abril a octubre, época de máxima actividad del flebótomo. Por ello, es fundamental asegurarse de que los perros están protegidos durante los 12 meses mediante diversos servicios y productos preventivos:

  • Aplicación de repelentes: Consiste en la aplicación de antiparasitarios tópicos de larga acción. Disponibles en forma de collar o pipeta en los períodos del año en los que el mosquito tiene más actividad.
  • Vacunación: No previenen la infección pero sí reducen el riesgo de progresión de la enfermedad. Así como la probabilidad de desarrollar signos clínicos. Sólo se deben de aplicar a perros que previamente hayan dado negativo a un test serológico en sangre.
  • Potenciar la respuesta inmunitaria del perro: Existen productos cómo jarabes que podemos utilizar tanto como tratamiento como prevención. Su función es potenciar el tipo de respuesta inmunitaria que protege a nuestra mascota de la leishmaniosis en perros.
  • Test serológicos: Se recomienda realizar al menos una vez al año. El cribado anual es el método más eficaz para la detección precoz de la enfermedad, y así poder instaurar un tratamiento adecuado antes de que los síntomas aparezcan o empeoren.

Si tu mascota ya está infectada, continúa utilizando métodos de prevención frente las picaduras del flebotomo. De esta forma, además de evitar posibles recaídas, reducirás el riesgo de que una nueva picadura de flebotomo inicie un nuevo proceso de transmisión a otros animales o, incluso, a personas.

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