Nuestra querida Nit nos ha dejado
Nuestra gatita Nit nos ha dejado después de estar con nosotros 15 años maravillosos. Muchos de vosotros la conocíais muy bien porque le gustaba estar siempre encima del mostrador de la recepción y saludar maullando cuando la gente entraba. Era una gata excepcional, una más de nuestra familia, y la echaremos mucho de menos.
Ahora que nos ha dejado, recordamos cada día con ella y se hace latente su ausencia. Cómo le gustaba ponerse sobre la falda de cualquiera que estuviera en recepción, sobre todo Jessica. Cuando no estaba en la falda de alguien, sin duda era porque compartía una silla con nosotros, siempre muy cerca. Y por la noche, antes de salir, como ya le tocaba la cena nos perseguía por todas partes pidiendo su latita de comida.
Recordamos cómo le gustaba la lluvia. Los días lluviosos siempre salía a la calle y bebía agua de la tapa de las alcantarillas que teníamos frente a la puerta. Cuando era jovencita y todavía teníamos la clínica veterinaria en la Plaza Constitución, más de una vez se había ido dentro de algún cochecito de bebés. Y es que le encantaba meterse dentro de la red que tienen los carritos debajo para llevar bolsas.
